Autor Pierce Brown
Saga Amanecer Rojo #2
Editorial Molino | Ficha
Páginas 640
Sinopsis Como Rojo, Darrow creció trabajando en las profundidades de las minas bajo la superficie de Marte, soportando un trabajo agotador mientras soñaba con un futuro mejor para sus descendientes. Pero la sociedad que sirvió fielmente se construyó sobre mentiras y el único camino hacia la liberación es la revolución. Así Darrow se sacrifica y se convierte en un dorado, infiltrándose en ese ámbito privilegiado para poder destruirlo desde dentro.
Que ganas tenía. QUE GANAS. ¿Sabéis esa sensación de que os va a gustar un libro antes de haberlo empezado? Pues así es como me sentía con Hijo dorado, sabía que lo iba a adorar incluso antes de haber leído la primera página y, por primera vez en mi vida, no me he equivocado.
Darrow lo está consiguiendo, poco a poco, está cada vez más cerca de su objetivo. Después de haberse transformado en un dorado, de haber aprendido todas sus reglas y costumbres y de haber ganado la competición, Darrow tiene un puesto entre la élite, ahora luce la cicatriz curvada de los dorados, los más crueles y brillantes de los humanos. Augusto le considera un hijo y, sin saberlo, le da a nuestro protagonista la oportunidad que tanto necesitaba y que tanto ha luchado por conseguir. Pero todavía queda mucho por hacer, destrozar el sistema, salvar a su pueblo. Darrow no perdona, y mucho menos olvida.
Cuando alcanzas el cielo dorado, empieza la caída.
Al igual que el primero, nos encontramos ante un libro denso, plagado de descripciones pero, al mismo tiempo, repleto de acción. No es un libro que se lea en un día, seamos realistas, tiene más de seiscientas páginas, pero tampoco es un libro al que tengas que dedicarle semanas. Algo que hay que valorar de este autor, es que sabe como reengancharte al libro cuando la acción empieza a decaer. Os pongo en mi situación. Empecé el libro con muchísimas ganas y, cuando iba por la mitad más o menos, empecé a leer más lento e incluso pensé en hacer un pequeño parón. Dos páginas después, Pierce Brown me arranca el corazón y lo tira a la basura. Real. Y así es toda la lectura de Hijo dorado, justo cuando piensas que no pueden destrozarte más, lo hacen. Cuando crees que, de una vez por todas, todo se va a solucionar y nuestro Darrow va a ser feliz de una vez, todo da un giro de 360º que hace que nos entren ganas de llorar y reír al mismo tiempo. Aun después de haberlo terminado, sigo sin saber cómo sentirme.
Gracias a la gente que hace fanarts. Sois geniales. |
En cuanto a los personajes, ya los conocemos. No es que aparezcan un montón de personajes nuevos, sino que se profundiza mucho más en aquellos personajes que habían aparecido de pasada en el libro anterior. Por supuesto, Darrow sigue siendo el protagonista principal de la historia. En esta segunda parte, vemos un lado más blando de este personaje, algo que he disfrutado muchísimo (y sufrido a partes iguales). También volveremos a encontrarnos con personajes como Mustang, Casio y mi queridísimo Sevro que se merece todo lo bueno de este mundo y que, sin duda alguna, es ya mi personaje favorito creado por Pierce Brown. Lo que me gustaría a mi hablar y hablar de este personaje no es normal, aunque tendré que callarme por los spoilers y PORQUE TENÉIS QUE LEERLO. Resumiendo, en esta segunda parte conoceremos mejor a esos personajes que siempre han estado ahí, que tienen una historia detrás y que son fundamentales en el camino de Darrow por cumplir el sueño de Eo.
Y chicos, creedme cuando os digo que necesitáis un croquis, un árbol genealógico y doce resúmenes para situar a todos los personajes, porque yo casi me vuelvo loca. Hay muchísimos personajes, muchísimos. Y no solo eso, cada personaje pertenece a una casa, cada casa tiene un jefe y cada jefe tiene una serie de hijos que, pueden ser sus hijos biológicos, o sus hijos "adoptados". Después te enteras de que tal no era hijo de ese, sino del otro, que a su vez es en realidad el jefe de tal casa. Vamos, que tranquilos si os liáis al principio, porque pasa y se necesitan un par de páginas para poner todo en orden.
Cuidado con este señor, no solo escribe bien. Esto no sería una buena reseña de Hijo dorado sino hablase de lo guapo que es Pierce Brown. |
La acción, al igual que en Amanecer Rojo, es trepidante desde la primera página. Los momentos "tranquilos" se pueden contar con los dedos de una mano. Todo se resume en batallas, planes y drama existencial. A veces todo al mismo tiempo. El autor no se corta un pelo en incluir sangre en la historia, entre más realista mejor, gracias. También encontramos amor, claro, después de todo, es lo que mueve a Darrow. Amor por su tierra, por su familia, por Eo. ¿Pero qué pasa cuando empiezas a sentir amor por aquellos que deberías odiar? ¿qué pasa cuando te cuesta diferenciar lo que eres de lo que fuiste alguna vez? Problemas y más problemas. Y a todo esto hay que sumar las muertes, porque las hay, y no solo los protagonistas las sufrirán, también lo haréis vosotros.
Y llegamos al final, las últimas páginas que llevas temiendo desde las primeras doscientas. Y nadie está preparado mentalmente para ese final, nadie. ¿Y se supone que todo se tiene que solucionar en el tercero? Buena suerte Pierce Brown, aunque estoy segura de que, a estas alturas, no necesitas impresionar a nadie.
En resumen, cuando creías que una trama no podía mejorar y que Pierce Brown no podía superarse a sí mismo, llega Hijo dorado para darnos a todos de bruces. Lleno de acción, sangre y la lucha interior de Darrow por cumplir su objetivo. Amanecer Rojo solo era el principio, la suave introducción, ahora estamos en guerra.
¿Que las segundas partes nunca fueron buenas? no han leído Hijo dorado.
¿Lo habéis leído? y si no ¿lo haréis?
¡Espero vuestros comentarios!