Título Un hijo.
Autor Alejandro Palomas
Saga -
Páginas 288
Sinopsis Guille es un niño introvertido con una sonrisa permanente, y es un lector empedernido con mucha imaginación. Solo tiene una amiga. Hasta aquí, todo en orden. Pero tras esta máscara de tranquilidad se esconde un mundo fragilísimo, como un castillo de naipes, con un misterio por resolver. El rompecabezas lo configuran un padre en crisis, una madre ausente, una profesora intrigada y una psicóloga que intenta armar el puzle que está en el fondo. Una novela coral que respira sentimiento, ternura, vacíos, palabras no pronunciadas y un misterio sobrecogedor.
Guille es un niño normal y corriente, pero solo en apariencia. Su profesora ha sabido ver a través de sus grietas y lo lleva a ver a la psicóloga del centro. Junto a María, la psicóloga, conoceremos qué esconde Guille y porqué se esfuerza en construir un muro a su alrededor.
El libro está dividido en cinco partes y cada una de ellas está narrada por un personaje distinto. De esta manera, podemos conocer a Guille desde el punto de vista de su padre, su profesora o la psicóloga del colegio. Además, también nos encontramos con capítulos narrados desde el punto de vista de Guille que nos aportan su inocente punto de vista de la trama.
La edición trae los dibujos que Guille hace a María, lo que es un punto a favor ya que podemos sacar nuestras propias conclusiones sobre los dibujos antes de que María lo haga y ver si estábamos equivocados o no. Además, las páginas tienen un margen enorme por lo que en realidad en cada página no hay mucho más de dos párrafos y se lee en un visto y no visto.
La pluma del autor no me ha sorprendido especialmente, aunque me ha gustado mucho como conseguía transmitirnos que Guille de verdad era un niño. Me explico, normalmente en el tipo de historias en las que hay un niño que narra, dicho niño tiende a usar palabras que le quedan muy grandes. Este no es el caso. Guille transmite inocencia y dulcura en cada uno de sus diálogos.
En cuanto a los personajes, como ya he dicho, Guille es nuestro protagonista. Guille es un niño con mucha imaginación y que adora a Mary Poppins. He disfrutado muchísimo los capítulos de Guille, su manera de narrar me ha resultado muy real y amena. Prácticamente toda la historia se centra en este personaje, algo que no resulta pesado pues a medida que leemos dejamos de interesarnos por los demás. También conoceremos al padre de Guille, un personaje que me ha sorprendido bastante. Al principio pensé que sería el típico personaje de relleno, pero ha resultado ser uno de los personajes, junto con Guille, más profundos
Otro personaje que adquiere bastante protagonismo durante el libro es María, la psicóloga. Ella va a ser la encargada de descubrir qué oculta Guille bajo su sonrisa. Sinceramente, creo que este es el peor personaje de todos. No solo por el hecho de que es uno de los más planos, sino que además es muy lenta a la hora de llegar a las conclusiones. Me explico, yo sabía que pasaba con Guille muchísimo antes de que ella lo descubriese y no por intuición. Guille lo deja clarísimo pero, por alguna razón, María no termina de unir las piezas. Este hecho hace que, en mi opinión, al libro le sobren páginas porque se podría haber llegado a la misma conclusión muchísimo antes.
Un hijo se lee en cuestión de horas, sin exagerar. No solo por los elementos que nombré antes de la edición, sino también porque la historia consigue engancharte de una manera increíble. Una vez que has leído unas diez páginas, no puedes volver a soltar el libro. El ritmo es bastante constante, ya que siempre nos mantienen en vilo. El único momento en el que el ritmo decae es al final, cuando ya sabes como va a acabar todo pero María todavía no ha llegado a la misma conclusión que tú, lo que hace que el libro se vuelva algo lento.
El final, pese a ser algo predecible, me dejó con un muy buen sabor de boca. Es un libro que vale la pena leer y que estoy segura que releeré en algún momento.
En resumen, Un hijo es una historia narrada de manera sencilla y amena, con unos personajes entrañables y una historia tan mágica como dura y real. Si lo leéis, no podréis dejar de recomendarlo. Un libro total y absolutamente supercalifragilisticoespialidoso.
¿Lo habéis leído? y si no, ¿lo haréis?
¡Espero vuestros comentarios!
El libro está dividido en cinco partes y cada una de ellas está narrada por un personaje distinto. De esta manera, podemos conocer a Guille desde el punto de vista de su padre, su profesora o la psicóloga del colegio. Además, también nos encontramos con capítulos narrados desde el punto de vista de Guille que nos aportan su inocente punto de vista de la trama.
La edición trae los dibujos que Guille hace a María, lo que es un punto a favor ya que podemos sacar nuestras propias conclusiones sobre los dibujos antes de que María lo haga y ver si estábamos equivocados o no. Además, las páginas tienen un margen enorme por lo que en realidad en cada página no hay mucho más de dos párrafos y se lee en un visto y no visto.
La pluma del autor no me ha sorprendido especialmente, aunque me ha gustado mucho como conseguía transmitirnos que Guille de verdad era un niño. Me explico, normalmente en el tipo de historias en las que hay un niño que narra, dicho niño tiende a usar palabras que le quedan muy grandes. Este no es el caso. Guille transmite inocencia y dulcura en cada uno de sus diálogos.
En cuanto a los personajes, como ya he dicho, Guille es nuestro protagonista. Guille es un niño con mucha imaginación y que adora a Mary Poppins. He disfrutado muchísimo los capítulos de Guille, su manera de narrar me ha resultado muy real y amena. Prácticamente toda la historia se centra en este personaje, algo que no resulta pesado pues a medida que leemos dejamos de interesarnos por los demás. También conoceremos al padre de Guille, un personaje que me ha sorprendido bastante. Al principio pensé que sería el típico personaje de relleno, pero ha resultado ser uno de los personajes, junto con Guille, más profundos
Otro personaje que adquiere bastante protagonismo durante el libro es María, la psicóloga. Ella va a ser la encargada de descubrir qué oculta Guille bajo su sonrisa. Sinceramente, creo que este es el peor personaje de todos. No solo por el hecho de que es uno de los más planos, sino que además es muy lenta a la hora de llegar a las conclusiones. Me explico, yo sabía que pasaba con Guille muchísimo antes de que ella lo descubriese y no por intuición. Guille lo deja clarísimo pero, por alguna razón, María no termina de unir las piezas. Este hecho hace que, en mi opinión, al libro le sobren páginas porque se podría haber llegado a la misma conclusión muchísimo antes.
Un hijo se lee en cuestión de horas, sin exagerar. No solo por los elementos que nombré antes de la edición, sino también porque la historia consigue engancharte de una manera increíble. Una vez que has leído unas diez páginas, no puedes volver a soltar el libro. El ritmo es bastante constante, ya que siempre nos mantienen en vilo. El único momento en el que el ritmo decae es al final, cuando ya sabes como va a acabar todo pero María todavía no ha llegado a la misma conclusión que tú, lo que hace que el libro se vuelva algo lento.
El final, pese a ser algo predecible, me dejó con un muy buen sabor de boca. Es un libro que vale la pena leer y que estoy segura que releeré en algún momento.
En resumen, Un hijo es una historia narrada de manera sencilla y amena, con unos personajes entrañables y una historia tan mágica como dura y real. Si lo leéis, no podréis dejar de recomendarlo. Un libro total y absolutamente supercalifragilisticoespialidoso.
¿Lo habéis leído? y si no, ¿lo haréis?
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