15 de marzo de 2022

Reseña: Siega, Neal Shusterman.


Título
Siega
Autor Neal Shusterman
Traductor Pilar Ramírez Tello
Saga El arco de la guadaña, 1
Editorial Noctura Ediciones | Ficha
Páginas 525
Sinopsis Antes, las personas morían por causas naturales. Existían asesinos invisibles llamados enfermedades, el envejecimiento era irreversible y se producían accidentes de los que no se podía regresar. 

Ahora, todo eso ha quedado atrás y sólo perdura una verdad muy simple: la gente tiene que morir. Y esa es la tarea de los segadores. Porque en un futuro donde la humanidad controla la muerte, ¿quién decide cuándo y cómo sembrarla? 

Citra y Rowan acaban de ser seleccionados como aprendices de segadores. ¿Su objetivo? Superar las pruebas de su mentor, sean las que sean. 

Aunque en el proceso renuncien a todo lo que les hace humanos.

No sé por qué he tardado tanto en traeros la reseña de este libro, que terminé a principios de marzo y que me encantó.

Lo digo muchísimo, sobre todo por instagram (allí charloteo más que por aquí, si me da tiempo), pero Neal Shusterman es un autor que me encanta. Cuando empiezo un libro suyo sé que me voy a encontrar un universo super chulo, una idea super original, unos personajes super creíbles y poquito o casi nada de romance. Ya sabéis que soy una persona muy poco romántica. Pues eso, que ya sabía yo que este libro me iba a gustar y ha cumplido perfectamente con todas mis expectativas. 

«Sentías algo de alegría, pero no era más que una sombra de lo que puede ser. Sin la amenaza del sufrimiento no podemos experimentar la verdadera felicidad. Como mucho, llevamos vidas agradables».

Nos encontramos en el futuro, en un punto en el que los humanos ya no mueren. La tecnología ha avanzado lo suficiente como para que, por muchos accidentes que sufras la medicina es capaz de curarte en cuestión de horas. Es más, ¿las enfermedades? algo del pasado totalmente desconocido para la mayoría de personajes de esta historia. La humanidad ya no perece de forma natural y, por ello, los propios humanos han tenido que adoptar el rol de la naturaleza y hacer de parca. Cuantísimo me ha gustado esta idea. No es que sea lo más original del mundo, es algo que ya hemos visto en otras historias un tanto parecidas, pero está todo muy, muy bien construido. Hay cosillas, claro está, no todo es perfecto y puedes llegar a hacerte algunas preguntas, ya que no todo está completamente anclado. (¿por qué no se le da prioridad a la gente más mayor? Es decir, está claro que los jóvenes también mueren de forma natural y por accidentes, pero ¿no se supone que los mayores mueren más? ¿No sería lo más justo en una sociedad como esta?). Aún así, estoy super satisfecha. Me lo he creído y, por encima de todo, me ha gustado.

Los dos personajes protagonistas, Citra y Rowan, también me han gustado muchísimo. Rowan más, he de decir, simplemente porque me encanta hasta donde lo ha llevado el autor. Ambos personajes representan conceptos distintos que están muy ligados. Al principio, resultan completamente extraños, pero poco a poco, se acaban acercando al lector. Ambos sufren un proceso de evolución, pero sus personalidades están definidas en todo momento. Los demás personajes, que cumplen un papel bastante secundario a excepción de dos o tres, también están muy bien construidos. Siento que les falta algo, un empujón más para terminar de creérmelos del todo, pero todos son muy diferentes entre ellos y estoy segurísima de que darán más de sí en los próximos libros.

leyendo el libro y sintiéndome listísima

El libro está dividido en capítulos bastante cortos, intercalando puntos de vista de Citra y Rowan. Además, encontramos páginas totalmente en negro con escritos de segadores (nota sin spoilers para ubicarnos: a los segadores, los que se encargan de "cribar" (adoro) a las personas, se les obliga a escribir sus pensamientos en un diario. Lo que leemos en esas páginas en negro son páginas del diario de distintos personajes). En estas páginas (puedo dejar de escribir página, por favor) es donde el autor desata su vena más filosófica y reflexiva. Hace alusión a teorías filosóficas (sin llegar a mencionar a autores ni nada, simplemente están claras si sabéis un poquito del tema), a preguntas vitales, ¿qué es el bien y qué es el mal? ¿Qué es el amor? ¿Es el sufrimiento necesario para la felicidad? ¿En qué medida necesitan los humanos creer en algo? Y no solo durante esas páginas, si no que hay personajes secundarios que representan perfectamente esas preguntas, que luchan internamente con los dilemas morales relacionados con dedicarse literalmente a matar personas. Pero no me malinterpretéis, todo esto de una forma super orgánica y que te hace pensar casi sin darte cuenta. Es un libro que invita mucho a la reflexión, al igual que Desconexión (del mismo autor), por los temas que toca y cómo se abordan.

La verdad es que podría decir muchas más cosas de este libro, como el poquito amor que he encontrado y lo natural que, en mi opinión, surge. Lo mucho que me hubiera gustado que las pruebas no fueran algo tan "secundario" porque sí, son importantes, pero suceden tan rápido que casi no te das ni cuenta. En definitiva, que podría pasarme horas y horas escribiendo sobre este libro y creo que no me cansaría.

Lo que vengo a deciros es que, si no lo habéis leído aún, le deis una oportunidad a Siega porque es un libro super acertado y bien pensado. La historia es entretenida e invita mucho a la reflexión. Neal Shusterman es un escritor super confort para mí, sé que lo que escriba no me va a decepcionar.

¿Lo habéis leído?
¡Os leo!